viernes, abril 28

Verde

Son Verdes. De un Verde intenso, hipnótico. De un Verde diluido, excitante. De un Verde que no has visto jamás y que te costará mucho imaginar. No son ni verde esmeralda ni verde esperanza; no son verde botella ni verde mar; tampoco verde olivo ni verde cristalino. Son Verdes, con mayúscula porque ese Verde nunca ha estado ni estará en nigunos otros ojos.
Los ojos Verdes miran, los ojos Verdes lloran, los ojos Verdes están tristes. Los ojos Verdes están en un rostro que hace mucho que no sonríe. El rostro es Hermoso. Hermoso con mayúscula también..., pero esta es otra historia. El caso es que la chica (los ojos Verdes no son de nadie, el rostro Hermoso es de la chica) no tiene ganas de sonreir, no tiene ganas de nada. La habitación está revuelta y ella está inmóvil en la cama. Hay ropa caída por todas partes y ella está desnuda, cansada, triste, derrotada, sola...
- Maldita sea, no hay nada que me vaya con estos ojos Verdes.

jueves, abril 27

Un nick que me he encontrado por ahí...

No es tan fácil dormir a un señor sin matarlo.

Mi Dios minúsculo

Vive en mi mesilla de noche un dios minúsculo, pequeño. Tiene cara de duende, pelo dulce, como de mujer, y piel de nieve. Es bonito. Es como yo diga porque apenas lo veo. Solo sale por las noches, cuando intuye que yo ya estoy durmiendo. A veces logro engañarle y puedo verle, intuirle con los ojos entrecerrados. Se sienta en mi almohada a verme dormir. Me dice que soy bonita porque sabe que soy coqueta; sabe que soy coqueta porque me pinto los labios antes de irme a dormir para que me mire y me diga que soy bonita. Le cuento mis sueños y me dice que son grandes sueños. Y yo me lo creo y soy un rato más feliz cada noche que pasa.
La otra noche estaba triste. Me lo contó al oído, pero hablaba tan bajito que no logré entender qué le pasaba. Quise encender la luz, vestirme y llevarle a pasear, a ver la Luna. Quise decirle que no se preocupara, que cuando cierro los ojos él se hace gigante y que quizá si él los cerrara también, se haría gigante de verdad y para siempre. Pero tuve miedo de que se asustara con la luz y huyera, de que se fuera a vivir a otra mesilla de noche, de que empezara a ser ridículo que me pintara los labios antes de acostarme si no iba a haber nadie para mirarme. Tuve miedo de quedarme sin mi dios minúsculo. Porque una vida sin dios, sin nadie que te diga que eres bonita y que tus sueños son grandes sueños, no es vida. Al final me armé de valor y le dije algo al oído que no sé si oyó. Le dije que le quería, muy bajito, como es él. Fue un tequiero minúsculo que puede hacerse enorme si se cierran los ojos. Desde entonces mi dios minúsculo no ha vuelto a aparecer. Pero sé que cuando vuelva volverá a estar contento, volverá a decirme las cosas que me decía y hará como que no le dije nada. Me guardará el secreto.

miércoles, abril 26

Asia Argento

martes, abril 25

Blogger me vacila

Ayer edité y publiqué cuatro entradas, repetidas dos a dos, y no me cargaba la página de publicación así que no me aparecían en el blog. Pero ahora cuando he llegado a casa las he visto publicadas. La culpa no fue mía, fue de Blogger que ayer se le fue la cabeza. Ya he eliminado las entradas repetidas.

Pelo

Me voy a cortar el pelo como Amelie, solo que sin flequillo. A ver cómo me queda.

lunes, abril 24

Cuando no sabes qué escribir

¿Quién me lee? Calculo yo que, con asiduidad, me leen dos personas: Gabi y UGe. Luego está Nem, que creo que me lee de vez en cuando y, por último, un usuario anónimo o varios, no sé. El caso es que en total debéis de ser unos 5 tirando por lo alto. Bien, no quiero que me lea más gente (no me importaría que me leyera más gente, pero no me voy a rasgar las vestiduras por tener un grupo reducido de lectores), pero quiero gustaros. Últimamente me cuesta mucho escribir. Esto me duele. No por el blog, que me la pela (de nuevo esta expresión, cómo me gusta! Cómo libera!), sino por mí. Porque es una de las pocas cosas de las que me siento orgullosa y que me hace sentir realmente bien. Supongo que si ahora escribo menos que antes es porque ahora me siento mejor que antes y eso es bueno. Pero me gustaría ser capaz de seguir escribiendo incluso ahora que soy feliz o relativamente feliz, según se mire. Pero, insisto, me faltan ideas. Quiero gustaros. Me faltan ideas para gustaros. Me faltan ideas para escribir y gustarme. Bueno, pues el que quiera, que pida. Peticiones del oyente, señores! Pedid por esa boquita, yo os lo escribiré. Tardaré más o menos (el tema lo elegís vosotros, el listón lo pongo yo: hasta que no esté satisfecha con el resultado, hasta que no escriba algo de lo que no me avergüence, no lo colgaré). Yo creo que puede ser un buen trato y que todos saldremos beneficiados en cierto modo (la verdad es que yo más que vosotros, pero supongo que, además de disfrutar pudiendo leer algo que os apetece leer, también os alegraréis de poder ayudarme). Eso es todo. Si no queréis que se sepa que sois vosotros los que hacéis cierta petición, hacedla como usuario anónimo. Pero vamos, aquí estamos en familia así que tampoco tengáis miedo de pedir lo que más os apetezca.

domingo, abril 23

Ingenua

¿Que iba a ser un día tranquilo este 20 de Abril? Sí, lo iba a ser. Pero me llamó Lidia. Me dijo que tiene novio, desde el día anterior (19 de Abril). Que es "buena persona". Y eso es el fin. Porque cuando una chica como Lidia se lía con tun tío que es "buena persona" suele ser para siempre. Dice que se quieren y todo. Me dijo (porque a mí lo de recordar las edades de la gente me cuesta) que el mes que viene ella ya cumple 17 y que el chico tiene 18. Y eso implica que incluso en el hipotético caso de que lo suyo no sea serio, que llegará a serlo, se van a acostar. Se me cayó el mundo encima: mi Lidia en manos de otro, de un hombre. Mi Lidia haciendo..., pues eso, cosas que hemos hecho todos, pero que ella no debería hacer..., todavía.
Este verano Lidia me preguntó si no me sentía celosa cuando tonteaba con Dani. Le dije que no y no mentía. Ella me dijo que a veces sí sentía celos de Sevi. Y el otro día supe a qué clase de sentimiento se refería. No es que quiera nada con ella y probablemente ella tampoco quiera nada conmigo. Pero debemos sentir algo así como que nos perdemos mutuamente: ni yo soy su mejor amiga ni ella es la mía. Ya hay alguien más, alguien a quien recurrir antes de recurrir a nosotras. Perder, aunque sea solo un poco, a alguien como Lidia, asusta.

jueves, abril 20

20 de Abril

Hoy es 20 de Abril. El 20 de Abril de hace 3 años, empecé a salir con Javi. El 20 de Abril de hace dos, estaba saliendo con Sevi, pero seguía queriendo a Javi. El 20 de Abril de año pasado aprobé el práctico del carnet de conducir. Hoy, Gabi se presenta al examen teórico y yo me voy a pintar las uñas de los pies. Por fin un 20 de Abril tranquilo.
20 de Abril del 90
Hola chata, ¿cómo estás?
¿Te sorprende que te escriba?
Tanto tiempo..., es normal
Pues es que estaba aquí solo,
me había puesto a recordar,
me entró la melancolía
y te tenía que hablar
¿Recuerdas aquella noche
en la cabaña del Turmo?
Las risas que nos hacíamos antes todos juntos
Hoy no queda casi nadie de los de antes
y los que hay han cambiado,
han cambiado, Sí!
Pero bueno, ¿tú qué tal? Di
Lo mismo hasta tienes críos
Qué tal te va con el tío ese
Espero sea divertido
Yo la verdad, como siempre
sigo currando en lo mismo
la música no me cansa,
pero me encuentro vacío
Bueno pues ya me despido
si te mola me contestas,
espero que mis palabras,
desordenen tu conciencia
Pues nada chica, lo dicho
hasta pronto si nos vemos
yo sigo con mis canciones
y tu sigues con tus sueños

martes, abril 18

Una generación vacía

Leo esos e-mails que hablan de la generación de Barrio Sésamo, de la de los primeros videojuegos, de Bola de Dragon. Y sí, me parece muy bien, yo también pertenezco a esa generación y también me siento orgullosa de haber vivido mi infancia rodeada de todas esas cosas.
Pero me avergüenzo de que mi generación esté vacía de alicientes y de referentes claros. Me explico. Estábamos hoy en clase de Movimientos Literarios y nos ha preguntado la profesora qué autores hispanoamericanos hemos leído. En seguida han salido multitud de nombres. Ella ha preguntado: "¿hay algún apasionado de Borges aquí?" Nadie ha contestado. "¿Y de Cortázar?" De nuevo, silencio. Sus ojazos verdes se han puesto melancólicos y ha empezado a decir: "Si hubiera realizado esta misma pregunta en esta misma clase hace 10 años, en seguida habríais salido unos cuantos afirmando ser capaces de narrar, de memoria y textualmente, cuentos enteros de Cortázar, y, sin duda, habría salido algún entusiasta de Borges. Mi generación era la de Kafka, Nabokov y Sartre: las vanguardias que han alimentado a los escritores actuales".
Su comentario me ha hecho reflexionar y me he preguntado: ¿cuál es nuestra generación? Desde luego que no es la del boom hispanoamericano ni la de las vanguardias; tampoco es la de la literatura rusa ni la del Siglo de Oro español..., viendo que así no llegaría nunca a una conclusión, he procurado pensar en mí misma, en los autores que he leído: he leído algún libro de García Márquez, un par de Dostoievski, uno de Víctor Hugo, muchos de Delibes, unos cuantos de Steinbeck, otro de Hemingway, dos o tres de Orwell, algunos de Kafka... Total, que ni con esas he logrado hallar a qué generación pertenecemos, de qué nos estamos nutriendo los encargados de construir el mundo de mañana. Pero pronto me he dado cuenta de lo que pasa: pertenecemos a una generación ecléctica, sin grandes referentes ni literarios ni de ningún otro tipo; somos una generación de muchos pocos y de pocos muchos, inconstante e incosciente; somos la generación de los experimentos sociales, sobre la que se podrán estudiar las consecuencias de los videojuegos violentos, del fracaso del sistema educativo del Estado del bienestar, de las drogas de diseño y los teléfonos móviles... Somos la generación que considera que la cima de la literatura universal la ha alcanzado Dan Brown con su Código Da Vinci. Somos la generación sin pasado, la única que no se ha nutrido de lo que han hecho las generaciones anteriores. Somos una generación vacía.

jueves, abril 13

Elegí un mal día para dejar de esnifar pegamento

Anoche me bajó la regla y estoy jodida como no lo he estado en meses. Mis padres se acaban de ir a dar una vuelta; mi hermano, con su novia; mi novio, con sus amigos en el campo, poniéndose hasta el culo de sangría y panceta; mis amigos en Logroño, poniéndose hasta el culo de kalimoxo y torneos de Pro; en la tele no echan nada; en Internet no hay nada nuevo, y no me apetece rebuscar para ver si mi hermano tiene alguna peli que me apetezca ver. Podría hacer lo que teóricamente "estoy haciendo": trabajos, cursos de internet on-line, el artículo del periódico..., pero estoy jodida, ya lo he dicho antes. Ays..., qué poca retentiva tenemos.
Como veis, estoy aquí sentada y entre mis planes de futuro no se incluye ni ponerme a hacer cosas útiles, ni socializarme. Ni siquiera pienso moverme. Tanto si os gusta como si no, voy a quedarme un ratito más aquí, desvariando un poco, por qué no, me siento inspirada, esto sí que me veo capaz de hacerlo incluso hoy. Siempre es fácil decir lo que piensas cuando no hay nadie para escucharlo. No es que me esté quejando de que no me escuche nadie, nada más lejos de la realidad. Es que me gusta estar aquí escribiendo lo primero que se me pasa por la cabeza precisamente porque sé que nadie va a venir a echarme en cara lo que he dicho o he dejado de decir. Es mi pequeño rincón, mi mundo que nunca nadie cambiará, nadie excepto yo. Es como cuando me deprimía al poco tiempo de mudarnos a esta casa y compré una alfombra azul y me metía en mi baño a pasar el rato. Me sentaba en el suelo, en la alfombra, escuchando música, pitándome las uñas de los pies, perdiendo el tiempo y siendo feliz en mi rinconcito. Ahora mi espalda ha dejado de reposarse en fríos azulejos y mi culo ha encontrado una silla mullida donde aposentarse. Mis bajones han encontrado una forma constructiva de tomar vida y yo me siento un poco más feliz, más persona, más adulta, más Yo. Mi terapeuta diría que todo esto supone una mejora importante y que muy pronto estaré incluso preparada para salir a la calle. Pero como ni tengo terapeuta ni vivo en un psiquiátrico (aunque mi casa, a veces, parezca una casa de locos, como las de todos), pues me lo digo yo, que es más barato y más sano.
Si no sintiera un dolor punzante en el bajo vientre que amenaza con partirme la espalda en dos si me muevo, me pondría a planchar. Voy a utilizar una palabra inglesa porque no encuentro una española para describirlo: me apetece planchar, simplemente, I´m in the mood. Se dice algo así, no? Me la pela. Ooops, he dicho una palabrota. Me la pela también. Vaaaaaaya. Esto resulta liberador. Cada vez que digo "me la pela" me siento como William Wallace en Brave Heart, como V en V de Vendetta, como yo misma diciendo "me la pela".
Llevo un rato escribiendo sin parar. Quizá sería oportuno que releyera las paranoias que escribo. Quizá. Pero entonces puede que viera lo absurdo de este post, de este blog, de mi vida y de este mundo y decidiera convertirme en una yihadista suicida que acabara con todos vosotros y todo el sufrimiento y el mal que oprimen a este sucio mundo. Así que daré a "Publicar entrada" haré un esfuerzo para lograr llegar al sofá sin sentir demasiado dolor e intentaré continuar siendo tan feliz y sintiéndome tan liberada (me la pela) como me he estado sintiendo durante los 10 ó 15 minutos que está durando la redacción de todo esto.
Sí, ya sé, me haría bien tomar ibuprofenos (se escribe así??) en cualquiera de sus formas. Pero como soy una dejada, como normalmente la regla no me suele afectar tanto (yo salgo con mis amigos, voy a esquiar, monto a caballo y veo lunares de colores sin necesidad de medicarme) olvidé que la última vez que me encontré mal cuando me bajó la regla me tomé la última pastilla que quedaba. Olvidé que debía comprar más. Pero me la pela y aguanto el dolor tal y como lo haría Chuck Norris en mi lugar.
Joder, qué agusto me he quedado. Hasta la próxima que me dé por desvariar.

martes, abril 11

V for Vendetta

Voilà! In view, a humble vaudevillian veteran, cast vicariously as both victim and villain by the vicissitudes of Fate. This visage, no mere veneer of vanity, is it vestige of the vox populi, now vacant, vanished, as the once vital voice of the verisimilitude now venerates what they once vilified. However, this valorous visitation of a by-gone vexation, stands vivified, and has vowed to vanquish these venal and virulent vermin van-guarding vice and vouchsafing the violently vicious and voracious violation of volition. The only verdict is vengeance; a vendetta, held as a votive, not in vain, for the value and veracity of such shall one day vindicate the vigilant and the virtuous. Verily, this vichyssoise of verbiage veers most verbose vis-à-vis an introduction, and so it is my very good honor to meet you and you may call me V.

Chema Madoz

sábado, abril 8

8 de Abril de 2006

Hoy hace dos años del día que conocí a Sevi, le besé por primera vez y unimos nuestras vidas para siempre.

miércoles, abril 5

Vaya

He subido al ordenador después de comer y no estabas. La verdad es que no me lo esperaba. De repente he recordado que sabía que hoy no ibas a estar, al menos no aquí, pero que me llamarías, y eso ha calmado un poco la desazón que empezaba a sentir. A veces me gustaría no tener que depender tanto de tu voz a todas horas; pero qué quiero después de 2 años hablando contigo a diario, besándote cada semana y disfrutando de ti entero siempre que tengo ocasión. Es el precio que debo pagar por todo el placer que me suministras: soy una yonki enganchada a tus caricias y por nada del mundo estaría dispuesta a someterme a ningún tratamiento para curar esta dulce adicción. Te amo.