Imaginen

Imaginen la lámpara cubierta con un pañuelo de gasa roja. Imaginen la habitación, envuelta por esa luz de terciopelo, reflejada en el espejo del techo, tiñendo de destellos las sábanas de seda blanca. Imaginen la cama en medio de esa atmósfera creada para el deseo, la cama a medio hacer o a medio deshacer, la cama en la que se perfila la figura de un cuerpo desnudo. Y, ahora, imagínensela a ella…, ¿no es preciosa?

Joder

Esta mañana, al despertarme, he pensado que era domingo y que hoy te vería. Y sí, es domingo. Y no, no te veo.

Ya

He acabado los exámenes hoy, ahora mismo, hace un par de horas y... tengo la esperanza de aprobar todas y... voy a darme la vidorra este verano y... voy a procurar mantener el blog al día y... no me olvido de las cuentas pendientes que tengo que vuestros relatos (Relatos eróticos de ayer y hoy presenta...) y... voy a ver muchasmuchas pelis que tengo por ahí desde hace siglos y... voy a colgar los dos últimos artículos que me publicaron y... ya. Que estoy de vacaciones, joe, no me agobiéis!!

El último

Si ya no queda nada y, encima, la asignatura me encanta, me apasiona, la adoro..., pero preferiría poder estar aquí toda la tarde, sin cargo de conciencia, escuchando música (Pepe Botika es un honrado traficante...), leyendo blogs, bajándome canciones, dormitando de vez en cuando...
Es el último, la solución está en pensar que es el último: el estudiar se va a acabar. Se va a acabar también ir a la universidad, pasar las horas muertas en la cafetería, ir andando hasta Princesa, cabrearme con Sergio porque pasa de todo... Parece que me gusta sufrir, pero, qué coño, lo voy a echar de menos. Todos los veranos, cuando dejo de ir a clase, de estudiar y de vivir sumida en la rutina, cuando tengo tiempo para pensar acerca de mi vida, me doy cuenta de que mi vida me gusta, de que la universidad forma una parte importante de ella y que cuando mis estudios entran en PAUSE durante el parón veraniego, termino por dejarme dominar por algo así como una congoja que me hace un noséqué en el estómago, me despierta de mi letargo y me anuncia el cambio(Aquella tarde fueron al cine hicieron el amor...).
Pero pronto llega laotra, la nueva rutina. Ni mejor ni peor, solo distinta. Mi vida vuelve a girar en torno a unas costumbres fijas, que, afortunadamente, me hacen olvidar la ausencia de lo que acaba de acabar. Los primeros días después de los exámenes, son frenéticos. Una vez que se termina el descolocamiento del que ya he hablado, surgen los planes: ir a Alcalá, ir al Retiro, hacer un maratón de cine, quedar con los de clase para ver alguna nota y tomar un algo, tirarme con Sevi (y a Sevi) en cualquier parque..., en fin, que tampoco está mal, lo que pasa es que ahora, a 4 días vista, cuando aún tengo que pegarme el gran atracón de literatura (mi último examen es de literatura) y no sé qué va a ser de mí, me siento nerviosa, inquieta, ausente, tristefeliz, no sé, algo así como cansada y expectante, como activa y desganada, como con ganas de todo y sin fuerzas para nada o al revés o todo junto (Y ya ves, otra vez, he llegado tarde a mi deber...).

Pasen y vean

Y vean mi mundo, al fin flotando sobre mi universo de absurdeces.

Mejor así

Debería estar estudiando. Pero me he sentado en el escritorio y me he dado cuenta de que no tenía boli azul. Así que he tenido que volver a la habitación del ordenador para cogerlo. Cuando he vuelto a sentarme en mi escritorio, he pensado en lo maniático que resulta necesitar un boli azul cerca cuando no vas a escribir nada, solo vas a leer y estudiar. Lo cierto es que no se trata de una manía, es una cuestión de seguridad. Mi boli azul me da seguridad, me hace sentir bien, tranquila, dispuesta a afrontar mi tarde de estudio. La “manía” del boli azul es algo así como cuando voy a un examen con los mismos pantalones que he llevado durante el tiempo que he estado estudiando. Por ejemplo, cuando me examiné de Selectividad, me pasé casi 3 semanas con los mismos pantalones. Y no, no son supersticiones. Hace años sí que era supersticiosa, ahora ya no. Ahora, si no paso por debajo de una escalera (y, por extensión, por debajo de un andamio) o no visto nunca de amarillo o me inquieto cuando veo un gato negro, no es porque piense que todo esto trae mala suerte, no; es, simplemente, porque las cosas son mejor así…

Not too young

When he was fourteen, he was too old to wear short trousers and too young to put on long ones. At fourteen and a half, he was too big for the master and he had to leave school with too little knowledge in his head and too few possibilities within his reach. He was not clever enough for an office and he considered himself too good to be a dustman so he was put in a factory where everyone has to do as they are told and too and enough are not allowed to exist between eight o'clock and half-past five. At eighteen, he had enough of the factory and, being too proud to beg, he joined the army. After a little time, too little really, he was shot in the head. Finally, he had found something he was old enough for: he was old enough to die*.

*El texto lo he copiado de un dictado en inglés que hice hace años. Creo que es el único dictado que me ha resultado interesante leer después de haberlo escrito.

No lo recuerdo

Los comentarios (y, por favor, corregidme si me equivoco) aparecen en la misma ventana del blog. Pero es que no recuerdo haber cambiado esa opción desde la última vez que decidí que los comentarios se abrieran en una ventana diferente a petición popular...

Fingir

No finjas. Cuando las cosas no van bien lo mejor es empezar de cero. Lo sabes tan bien como yo y por eso decidiste empezar una nueva vida. Sin embargo, en esa nueva partida que iniciaste hace ya casi dos años, sigues fingiendo.

Empezaste diciendo que no estudiabas medicina porque ya no te gustaba. Te pusiste a estudiar una carrera que no te gustaba porque no podías estudiar medicina.

Cuando le dejaste, fingiste que te dolía. Se la chupabas de vez en cuando para darle esperanzas. Ahora le amenazas con denunciarle si vuelve a llamarte.

Decías que me habían cambiado, que cómo me dejaba. Yo llevo el pelo corto, como siempre, llevo gafas, como siempre, me sigo follando al mismo tío desde hace dos años..., tú ahora tienes el pelo rubio, cuando siempre lo tuviste moreno, cuando siempre lo quisiste naranja. Ahora solo conservas una "amiga" del tiempo que compartimos, la "amiga" de la que peor solías hablar cuando tú y yo aún nos hablábamos. Reconozco que me arrepiento de no haberla defendido entonces..., hay muchas cosas de las que me arrepiento de aquel tiempo en el que tu "amistad" me obligó a fingir.

Fingí que no me daba cuenta de tu juego, que era inmune a tus egoístas manipulaciones. Fingí ser tu amiga. No digo que no lo fuera, digo que para ti no lo era y yo fingí creerme que sí que me apreciabas.

Fingí que no me dolía cuando me maltratabas y decías que era una amiga mediocre. Fingí que no me importaba que te liaras con el chico que me gustaba solo para hacerme daño y sentirte mejor que yo. Fingí que tú no tenías la culpa de alargar el sufrimiento que me estaba causando alguien a quien estaba olvidando y que tú me hacías recordar constantemente.

Pero ya no finjo. No he olvidado y no fingiría si tuviera que enfrentarme a ti. Te hablaría como se habla a las personas que se sabe malas y se sabe lejos: desde la distancia. Te hablaría sin cargo de conciencia y sin miedo a nada: ya no finjo, ya no te temo. Y te habría saludado, porque te he visto y yo no finjo no haberte visto. Te habría saludado si no fuera consciente de que ya no tenemos nada de que hablar porque todo lo que dices son mentiras y tú sabes que yo lo sé. Por eso esta mañana fingiste no haberme visto. Por eso esta mañana yo no te saludé.

Tendencias

Me da igual que sea la moda: que alguien les diga que se dejen de tatuar horteradas en el escote. Debería de haber un decreto ley o algo parecido que lo prohibiera. ¿Es que no se dan cuenta de lo horrible, HORRIBLE, que queda? ¿Qué sentido tiene tatuarse una pantera enorme y fea atravesándote la teta? ¿Y un trival mal hecho cuyo significado ni siquiera conoces? ¿No se dan cuenta de que algún día envejecerán, sus tetas estarán caídas y arrugadas y el tatuaje seguirá en el mismo sitio (o a la altura del ombligo, quizá), pero más feo, más arrugado y más sin sentido que al principio? Esta juventud...

Ideas para El Fungible

Tengo rondando en la cabeza varias historias, pero no consigo decidirme. El problema es que no tengo tiempo para desarrollar ninguna y por eso soy incapaz de distinguir cuál es la mejor.

He pensado escribir sobre un escritor en horas bajas, obsesionado-enamorado de su musa, que se ha ido.

Otra historia que tengo en mente desde hace mucho es la de escribir una historia sobre la vida cotidiana de Dios y el Diablo. Juegan una partida sin fin en la Tierra; uno es hombre, el otro mujer; cada noche hacen el amor e intercambian sus cuerpos. El diablo acaba siendo el bueno y Dios un santurrón patético. Esta historia la tengo en la cabeza desde hace años, pero siempre que me he decidido a darle forma me ha terminado por parecer patética.

La última idea que se me ha ocurrido es hacer un re-make de una historia algo autobiográfica que escribí hace un par de años en el autobús, de vuelta a casa después de que mi primer novio me dejara. Lo que pasa es que esta historia, aunque tiene un planteamiento que me parece relativamente aceptable, me resulta un poco infantil y tendría que rehacerla casi por completo. Me suele costar bastante rehacer las historias, me falta paciencia y necesito la espontaneidad del momento en el que las historias ocurren, si espero a escribirlas el encanto desaparece.

Historias

Un hombre alto, de pantalón oscuro y calcetines blancos. Me mira fijamente por un instante y pasa de largo para continuar su paseíllo nervioso, de un lado para otro, a lo largo del andén, de la dársena o como quiera Dios que esto se llame.

Me gustaría escribir su historia, pero ni siquiera fuma. ¿Qué clase de historia se puede escribir sobre alguien que ni siquiera pide fuego para encendarse un cigarro? ¿Que se limita a esperar el autobús mientras pasea para deshacerse del frío y hace chascar sus dedos nerviosamente?

Quizá la historia esté en la música que está escuchando: una canción que trae recuerdos del pasado, de un amor que duró poco, pero lo suficiente como para dejar una honda huella en el pecho..., demasiado típico, ¿no os parece?

O puede que la historia esté en el lunar que tiene en su barbilla; un lunar heredado de una madre que le abandonó a los dos años porque era demasiado joven y demasiado bonita como para asumir la responsabilidad de un hijo. Demasiado cruel me parece a mí.

O quizá la historia esté en los calcetines blancos y los zapatos grandes, así como prestados. Puede que sea camarero, que haya estudiado Bellas Artes y sea camarero y, por las noches se dedique a perfilar dibujos a carboncillo de la chica de la canción... la dibuja desnuda para recordar el tacto de su piel y su olor y olvidar que el talento no sirve para nada y que el amor, a veces, tampoco.

O a lo mejor la historia está en la bolsa roja, en el libro que hay dentro, en el album de fotos, en la carta anónima, en las bragas robadas, en los poemas a medio escribir y la película a medio ver...; quizá la historia esté en la bolsa roja vacía que ha de llenarse de algo en algún lugar o que ha de permanecer vacía o que ya ha sido llenada o vaciada...

Viene el autobús y el hombre se adelanta a la cabecera de la cola. Se va a ir, se va a ir sin mí, llevándose consigo su historia, mi historia..., ¡maldito ladrón de historias! Seguro que era eso lo que guardaba en la bolsa: historias.

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Bases

BASES 16º Concurso de Relatos para España y América Latina EL FUNGIBLE

1.- Podrán concurrir a él todos los jóvenes de 15 a 35 años (a 12 de agosto de 2006) con obras originales e inéditas que no hayan sido premiadas con anterioridad. El incumplimiento de esta base será responsabilidad exclusiva del infractor.

2.- Las obras serán de tema libre, escritas en castellano y con una extensión máxima de 10 páginas tamaño DIN A-4 mecanografiadas a doble espacio y escritas por una cara.

3.- Cada obra se entregará por duplicado con el sistema de lema y plica: dos copias de los relatos se presentarán en un sobre cerrado en cuyo exterior se hará constar un título o lema, acompañado de otro sobre cerrado con el mismo lema que contendrá los datos personales del concursante (nombre y apellidos, dirección completa, teléfono, correo electrónico y fotocopia del DNI). Estos datos son imprescindibles para la localización del autor o autora.

Los participantes de Alcobendas escribirán en el exterior de cada sobre el nombre de la localidad.

Se ofrece la opción, especialmente para los participantes que no residan en España, de enviar la obra en formato Word, acompañada por un documento gráfico de identificación personal, y de todos los datos de localización antes expresados en un documento Word independiente de aquél en el que vaya el relato, mediante correo electrónico a la dirección mediatecas@aytoalcobendas.org.
Se considerará autor del relato a la persona que figure como tal y sólo a ella. No se admitirán relatos escritos por más de una persona ni aquellos en los que no se adjunte sobre cerrado (o, en su caso documento Word con todos los datos de identificación).
Será imprescindible adjuntar con los originales una declaración firmada por el autor o autora aceptando las presentes bases, garantizando que el relato no se haya pendiente del fallo de ningún otro premio y que el autor tiene la libre disposición de todos los derechos de explotación sobre el relato. En el caso de los menores de edad, dicha declaración deberá ir firmada por sus padres o tutores, indicando sus datos personales y que autorizan la participación del menor en el concurso.

4.- Se establecen los siguientes premios, que no podrán concurrir en la misma persona:

Premio al mejor relato de 900 euros

Premio al mejor relato local (autores residentes en Alcobendas) de 600 euros

(Si el primer premio lo ganara un participante de Alcobendas el segundo premio perdería su carácter local, seleccionándose su ganador entre todos los participantes)
Los premios podrán quedar desiertos.

5.- Todas las obras premiadas, así como una selección de las finalistas, serán publicadas en un libro editado por el Ayuntamiento de Alcobendas. Los autores de las mismas ceden al Ayuntamiento, en exclusiva y con la facultad de ceder a terceros, para todo el mundo y durante el máximo plazo legal establecido, los derechos de reproducción, distribución y traducción a todos los idiomas de los relatos, en formato de libro, en cualesquiera de las modalidades de edición. El Ayuntamiento podrá realizar cuantas ediciones decida, con un mínimo de 1.000 y un máximo de 100.000 ejemplares cada una de ellas. En el caso de los ganadores, el importe de los premios será considerado como retribución por la cesión de derechos efectuada, siendo la cesión de carácter gratuito en el caso de los finalistas.
Los autores de los relatos a publicar se obligan a suscribir el oportuno contrato de edición que recogerá la explotación más amplia posible de los mismos, en los términos de estas bases. Si no se firmara el contrato por cualquier circunstancia, el contenido de estas bases se considerará como contrato de cesión de derechos entre el Ayuntamiento y los autores.
6.- Podrán presentarse un máximo de 2 obras por autor. No concurrirán a este certamen los ganadores de anteriores ediciones del concurso.

7.- Las obras se presentarán o enviarán a las Mediatecas o a la Casa de la Juventud de Alcobendas. El plazo finaliza el 12 de agosto de 2006. No se devolverán los relatos a los participantes.

8.- El Jurado estará compuesto por dos escritores de avalada reputación. La composición del Jurado no se hará pública hasta el mismo día de la concesión del premio.
9.- El fallo del Jurado será inapelable y se hará público en diciembre de 2006, reservándose la entidad organizadora el derecho a modificar esa fecha a su conveniencia. Los participantes aceptan que su nombre e imagen se utilice en la publicidad de esta promoción.

10.- La participación en este concurso supone la total aceptación de las decisiones del Jurado, así como de sus bases, reservándose los organizadores el derecho de interpretarlas.
Las presentes bases se encuentran depositadas ante el Notario de Madrid, Don José Aristónico García (C/ Velázquez, 51. Madrid), y publicadas en el archivo ÁBACO de la página web www.notariado.org

Información y Bases:Casa de la Juventud “Imagina”
C/ Ruperto Chapí, 18. 28100 Alcobendas. Teléfono: 91 659 09 57
www.eurojoven.org Mediatecas Municipales:
mediatecas@aytoalcobendas.org
Mediateca Anabel Segura.
Avenida de Bruselas, 19. 28108 Alcobendas.
Teléfono: 91 484 16 90
Mediateca Pablo Iglesias
Paseo de la Chopera, 59. 28100 Alcobendas.
Teléfono: 91 229 42 20