viernes, marzo 23

Abril

Después de tanto tiempo

Vuelvo a postear y han pasado muchas cosas. Tengo trabajo, tengo un buen trabajo mal pagado y estoy contenta. Tengo vacaciones de Semana Santa, tengo a mis amigas lejos, cada vez menos lejos y tengo sueño, mucho sueño. He perdido a mis hormigas y las ganas de escribir. He descubierto que cierto maricón (que no gay ni homosexual, lo siento, pero cada uno es lo que es) canario es malo, muy malo. He visto el Thyssen, he descubierto el apasionante mundo de la circuncisión. Y me he desesperado con la nueva versión de blogger. Todo esto y mucho más en 20 días de mi vida.

domingo, marzo 4

Total Eclipse of my heart


jueves, marzo 1

Hasta mañana


Volvió morena y bonita. Volvió como es, pero más guapa, con la sonrisa más blanca y la belleza más bella. Volvió serena y nerviosa porque volvía para marcharse. Ella lo sabía, pero intuyo que de nosotros, la mayoría, aún esperábamos una especie de milagro que la retuviera a nuestro lado y evitara su partida. El caso es que el tiempo pasaba y el momento fatal se acarcaba inexorablemente. Aún así, me costó darme cuenta de que el milagro no ocurriría. Tuvo que quebrarse su sonrisa y llenarse su cara de lágrimas para perder toda esperanza. Se marchaba y entre copas y regalos, abrazos y despedidas, la noche se me hizo grande, se me hizo grande la vida y lloré como lloré cuando se fue Arantxa y cuando las dos me dijeron que se iban a marchar hace ya casi un año. Lloré como llora todo el mundo cuando se está haciendo mayor y se da cuenta que en la vida hay demasiadas despedidas.
Al día siguiente volví a verla. Al día siguiente tuve que salir corriendo de su casa porque no quería que me volviera a ver llorar, porque le había prometido que no lloraría más. Al día siguiente, cuando me marchaba y ya sabía que pasarán casi cinco meses antes de volver a abrazarla, le dije "hasta mañana" y me fui corriendo. Y al día siguiente no volví porque ella ya no estaba.