jueves, abril 13

Elegí un mal día para dejar de esnifar pegamento

Anoche me bajó la regla y estoy jodida como no lo he estado en meses. Mis padres se acaban de ir a dar una vuelta; mi hermano, con su novia; mi novio, con sus amigos en el campo, poniéndose hasta el culo de sangría y panceta; mis amigos en Logroño, poniéndose hasta el culo de kalimoxo y torneos de Pro; en la tele no echan nada; en Internet no hay nada nuevo, y no me apetece rebuscar para ver si mi hermano tiene alguna peli que me apetezca ver. Podría hacer lo que teóricamente "estoy haciendo": trabajos, cursos de internet on-line, el artículo del periódico..., pero estoy jodida, ya lo he dicho antes. Ays..., qué poca retentiva tenemos.
Como veis, estoy aquí sentada y entre mis planes de futuro no se incluye ni ponerme a hacer cosas útiles, ni socializarme. Ni siquiera pienso moverme. Tanto si os gusta como si no, voy a quedarme un ratito más aquí, desvariando un poco, por qué no, me siento inspirada, esto sí que me veo capaz de hacerlo incluso hoy. Siempre es fácil decir lo que piensas cuando no hay nadie para escucharlo. No es que me esté quejando de que no me escuche nadie, nada más lejos de la realidad. Es que me gusta estar aquí escribiendo lo primero que se me pasa por la cabeza precisamente porque sé que nadie va a venir a echarme en cara lo que he dicho o he dejado de decir. Es mi pequeño rincón, mi mundo que nunca nadie cambiará, nadie excepto yo. Es como cuando me deprimía al poco tiempo de mudarnos a esta casa y compré una alfombra azul y me metía en mi baño a pasar el rato. Me sentaba en el suelo, en la alfombra, escuchando música, pitándome las uñas de los pies, perdiendo el tiempo y siendo feliz en mi rinconcito. Ahora mi espalda ha dejado de reposarse en fríos azulejos y mi culo ha encontrado una silla mullida donde aposentarse. Mis bajones han encontrado una forma constructiva de tomar vida y yo me siento un poco más feliz, más persona, más adulta, más Yo. Mi terapeuta diría que todo esto supone una mejora importante y que muy pronto estaré incluso preparada para salir a la calle. Pero como ni tengo terapeuta ni vivo en un psiquiátrico (aunque mi casa, a veces, parezca una casa de locos, como las de todos), pues me lo digo yo, que es más barato y más sano.
Si no sintiera un dolor punzante en el bajo vientre que amenaza con partirme la espalda en dos si me muevo, me pondría a planchar. Voy a utilizar una palabra inglesa porque no encuentro una española para describirlo: me apetece planchar, simplemente, I´m in the mood. Se dice algo así, no? Me la pela. Ooops, he dicho una palabrota. Me la pela también. Vaaaaaaya. Esto resulta liberador. Cada vez que digo "me la pela" me siento como William Wallace en Brave Heart, como V en V de Vendetta, como yo misma diciendo "me la pela".
Llevo un rato escribiendo sin parar. Quizá sería oportuno que releyera las paranoias que escribo. Quizá. Pero entonces puede que viera lo absurdo de este post, de este blog, de mi vida y de este mundo y decidiera convertirme en una yihadista suicida que acabara con todos vosotros y todo el sufrimiento y el mal que oprimen a este sucio mundo. Así que daré a "Publicar entrada" haré un esfuerzo para lograr llegar al sofá sin sentir demasiado dolor e intentaré continuar siendo tan feliz y sintiéndome tan liberada (me la pela) como me he estado sintiendo durante los 10 ó 15 minutos que está durando la redacción de todo esto.
Sí, ya sé, me haría bien tomar ibuprofenos (se escribe así??) en cualquiera de sus formas. Pero como soy una dejada, como normalmente la regla no me suele afectar tanto (yo salgo con mis amigos, voy a esquiar, monto a caballo y veo lunares de colores sin necesidad de medicarme) olvidé que la última vez que me encontré mal cuando me bajó la regla me tomé la última pastilla que quedaba. Olvidé que debía comprar más. Pero me la pela y aguanto el dolor tal y como lo haría Chuck Norris en mi lugar.
Joder, qué agusto me he quedado. Hasta la próxima que me dé por desvariar.