miércoles, agosto 26

Starbucks

Ha pasado algo que lo ha cambiado todo. Ha cambiado hasta la contraseña de esta cuenta de correo que siempre había sido tan mía. Y ha sido necesario que eso pasara para que yo volviera a escribir en este blog que nunca había sido tan de otros como hasta ahora.
Mañana iré con mis amigos de toda la vida, esa vida que hoy parece tan distinta, a tomar un café en el Starbucks. Para entonces, me habré teñido el pelo. "Buscaba un cambio", diré. "No me soporto a mí misma", pensaré para mis adentros. Y tomaré café del malo en ese sitio tan molón que todos adoran. Y tomaré café, esa sustancia que nunca me ha llegado a convencer.
Fingiré que no me pasa nada, sonreiré como hago siempre, iré pintada. Y por la tarde, en el trabajo, buscaré un tema que no llega y murmuraré con María sobre las tetas de su hermana pequeña.
Y mientras el mundo, hoy tan distinto, seguirá dando vueltas.

1 Comentarios:

Blogger Eugenio said...

Caramba. Un enfado con alguien que sabía tu contraseña, osea, con alguien con quien tenías confianza absoluta. Y alguna otra cosa que se puede deducir.

El café es maravilloso, pero el de Starbuck no.

Si te sirve de consuelo:

1.Todos queremos hablar de las tetas de la hermana pequeña de María.

2.Si ponemos como punto de referencia el sol (no te digo si pones de referencia un hipotético punto fijo), jamás en tu vida estarás dos veces en el mismo sitio.

3.({) (<= No tengo claro que todo el mundo conozca lo que significa este símbolo. Es un abrazo.)

agosto 27, 2009 6:29 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home