Mejor así

Debería estar estudiando. Pero me he sentado en el escritorio y me he dado cuenta de que no tenía boli azul. Así que he tenido que volver a la habitación del ordenador para cogerlo. Cuando he vuelto a sentarme en mi escritorio, he pensado en lo maniático que resulta necesitar un boli azul cerca cuando no vas a escribir nada, solo vas a leer y estudiar. Lo cierto es que no se trata de una manía, es una cuestión de seguridad. Mi boli azul me da seguridad, me hace sentir bien, tranquila, dispuesta a afrontar mi tarde de estudio. La “manía” del boli azul es algo así como cuando voy a un examen con los mismos pantalones que he llevado durante el tiempo que he estado estudiando. Por ejemplo, cuando me examiné de Selectividad, me pasé casi 3 semanas con los mismos pantalones. Y no, no son supersticiones. Hace años sí que era supersticiosa, ahora ya no. Ahora, si no paso por debajo de una escalera (y, por extensión, por debajo de un andamio) o no visto nunca de amarillo o me inquieto cuando veo un gato negro, no es porque piense que todo esto trae mala suerte, no; es, simplemente, porque las cosas son mejor así…