jueves, marzo 1

Hasta mañana


Volvió morena y bonita. Volvió como es, pero más guapa, con la sonrisa más blanca y la belleza más bella. Volvió serena y nerviosa porque volvía para marcharse. Ella lo sabía, pero intuyo que de nosotros, la mayoría, aún esperábamos una especie de milagro que la retuviera a nuestro lado y evitara su partida. El caso es que el tiempo pasaba y el momento fatal se acarcaba inexorablemente. Aún así, me costó darme cuenta de que el milagro no ocurriría. Tuvo que quebrarse su sonrisa y llenarse su cara de lágrimas para perder toda esperanza. Se marchaba y entre copas y regalos, abrazos y despedidas, la noche se me hizo grande, se me hizo grande la vida y lloré como lloré cuando se fue Arantxa y cuando las dos me dijeron que se iban a marchar hace ya casi un año. Lloré como llora todo el mundo cuando se está haciendo mayor y se da cuenta que en la vida hay demasiadas despedidas.
Al día siguiente volví a verla. Al día siguiente tuve que salir corriendo de su casa porque no quería que me volviera a ver llorar, porque le había prometido que no lloraría más. Al día siguiente, cuando me marchaba y ya sabía que pasarán casi cinco meses antes de volver a abrazarla, le dije "hasta mañana" y me fui corriendo. Y al día siguiente no volví porque ella ya no estaba.

3 Comentarios:

Blogger Gabi said...

no entiendo la foto del post :S ?

marzo 03, 2007 2:00 a. m.  
Blogger Carmen_y_Yo said...

Le regalé 1984.

marzo 03, 2007 10:26 a. m.  
Blogger Gabi said...

que fuerte me parece

marzo 03, 2007 4:25 p. m.  

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