domingo, abril 20

Otro 20 de abril

El fin de semana había sido un poco extraño. El alcohol y el humo de los bares nublaban el recuerdo de las últimas horas. Unas botas altas y un baño sin baldosas era lo poco que aparecía claramente y de forma casi obsesiva en su memoria. Eran las 3 de la tarde cuando despertó, sin ganas de nada y con la habitación revuelta y dando vueltas. Un par de aspirinas y un tomate en el desayuno le ayudarían a sobrellevar el trance de un domingo de resaca que se preveía tedioso e interminable. El móvil no sonó en toda la tarde. Ni la puerta. No hubo mensajes en el correo. Ni en el tuenti. El mundo permanecía inactivo, como ella (o como él), como los que esa tarde no dieron señales de vida. Las 8 era una buena hora para una siesta improvisada que terminó abruptamente cuando el rugido de su estómago vacío resonó en el silencio de la casa. La cena, también improvisada, consistió en una bolsa de salchichas sin calentar y embadurnadas en ketchup que le supieron a gloria. Un poco de música para relajarse, sería lo mejor después de aquel fin de semana tan raro y de ese domingo tan triste. Estaban a punto de ser las 12 cuando sonaron Celtas Cortos. Y aquel 20 de abril se fue sin avisar, tal y como había llegado y sin que nadie se hubiera acordado de desearle feliz cumpleaños.

3 Comentarios:

Blogger Carlos Pérez said...

Queremos más !!!!!

Es insuficiente lo que nos das...

abril 26, 2008 7:16 p. m.  
Blogger Carlos Pérez said...

Insuficiente por cantidad pero sobresaliente en calidad...vamos como todas las cosas buenas de esta vida.
Un saludo Carmen y espero leer más y más pero siempre con esa excelente calidad.

abril 26, 2008 7:17 p. m.  
Blogger MRT said...

sencillamente genial

mayo 06, 2008 6:20 p. m.  

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