domingo, octubre 21

A lo tonto a lo tonto

El cercanías en hora punta no siempre cumple los horarios y menos aún cuando hay huelga encubierta.
Una mañana de esas, Paola, Luis, Pedro, Emilia y un centenar de pasajeros más no se sorprendieron cuando el tren se quedó parado entre Recoletos y Atocha más tiempo de lo habitual. Sólo a algún visionario se le ocurrió pensar "qué raro", pero poco más. Lo cierto es que la gente se adaptó perfectamente a la situación y pronto todos encontraron algo que hacer.
Desde el primer día, Luis se erigió como líder del grupo y distrubuyó las tareas entre todos. Por ejemplo, encargó a un par de personas de su confianza que organizaran un almacén con toda la comida para poder racionarla entre los viajeros de forma ecuánime y a algunos de los muchachos más jóvenes se les encomendó la tarea de mantener los aseos como deben estar: aseados.

Paola, experta en telecomunicaciones, pensó que no estaría de más tratar de comunicarse con el exterior. Destripó su móvil de última generación, su pda y su Mac para, aprovechando las horas de luz que el túnel les brindaba, tratar de crear una especie de móvil-satélite-ultra-potente.
Cuando la comida empezó a escasear, Pedro, jubilado aficionado a la horticultura, propuso aprovechar el abono y los esquejes que llevaba consigo (se dirigía a la finca de su pueblo cuando tuvo lugar el "parón") y no tardaron en habilitar un vagón-huerto que, sorprendentemente, en pocas semanas comenzó a dar sus frutos pese a la ausencia de luz natural. Todos se sintieron afortunados por aquel pequeño milagro en forma de tomates, coles y zanahorias al que pronto se unieron otros: Emilia terminó su embarazo y dio a luz a dos hermosas y sanas criaturas; al pequeño Miguelito se le cayó el primer diente de leche y el Ratón Pérez le obsequió con una chocolatina que nadie sabe muy bien de dónde salió; Marta y Diego se enamoraron y anunciaron su compromiso...
La pequeña comunidad vivía feliz en su tren de cercanías. A lo tonto a lo tonto, pasaron cinco años. Fue entonces cuando a alguien se le ocurrió comprobar si funcionaba la apertura de emergencia. Todos se sintieron en cierto modo decepcionados al comprobar que sí, que así era.

1 Comentarios:

Blogger Gabi said...

Un dia de estos me veo metido en algo así. Malditos cercanias!! Y cuál sería mi funcion??

octubre 23, 2007 9:43 a. m.  

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