jueves, febrero 1

Dejar

No me gusta ni el título ni el enfoque. Como de costumbre, no me gusta nada. Escribo porque me gusta y dejo de escribir porque no me gusta lo que escribo. Ahora escribo por no estudiar y dejo de estudiar porque me encanta lo que no llego a estudiar. Escucho "Las cuatro y diez" y quiero un CD con esas canciones que escucho una y otra vez y no me cansan y lo dejo de querer porque sé que si las escuchara una y otra vez me cansarían. Sin embargo, sería maravilloso dejar que sonaran mientras me pierdo en la ducha y el agua se desahoga en el desagüe. Dejaría, de paso, que pasaran los cuadros que unos pintaron y otros fotografiaron y yo he visto alguna vez, pero no recuerdo. Dejaría que Van Gogh me embaucara con mechones pelirrojos. Dejaría que Schiele me pintara desnuda con unas medias negras. Y quizá entonces, y solo entonces, dejaría la dejadez.