Sobre Mer y otros merodeadores nocturnos

El otro día estaba hablando con Mer (Mari Mar, María del Mar, Mery, os he hablado alguna vez de ella) y le comenté que tengo un blog. No sé, me dio por ahí. El caso es que encontró el blog. Después de dos años posteando con relativa frecuencia es más o menos fácil encontrar mi blog si se sabe que existe y uno se empeña en buscarlo. El caso es que ella se empeñó, lo encontró y ahora parece que me lee. Lo cierto es que no me importa demasiado que me lea, ella no. Hay gente a la que jamás de los jamases les hablaría de la existencia de este blog, por puro pudor supongo. Pero de ella no me da vergüenza, no sé por qué. No es una cuestión de confianza porque hay con quien tengo tanta o más confianza que con ella (con Itxi, Lidia...), pero sé que ella no me va a leer nunca por "obligación", sé que no se va a escandalizar por nada de lo que escriba, sé que lo que ocurra en este blog, se quedará en este blog...
Son ya dos las personas que me conocen que conocen también la existencia de este blog y me he propuesto que durante mucho, mucho tiempo, sean los únicos: tengo miedo de que esto se acabe convirtiendo en un pseudospace en el que todos mis amigos comenten en cada post que escribo lo guapa y lo relista que soy solo porque creen que eso es lo que se supone que deben hacer.