domingo, enero 7

Noche de Reyes

Mi regalo de Reyes ha sido una espalda perfecta envuelta en una camista minúscula y enrevesada, en medio del bar. Una pequeña porción de tiempo en formato analógico para lucir en la muñeca. Arantxa, de nuevo, hermosa. Una cabalgata de niños y caramelos. Un bocata de cinta de lomo. Chocolate, mucho chocolate. Y por último y más importante: que estemos los que estamos y que estemos muchos años. Que no es poco.