Ya sé, eres como todas, fría y manipuladora, sientes indiferencia hacia quien no se deja embaucar por tus encantos, por eso no te gusto, por eso ni existo para ti. Sí, eres como todas, con tus labios bañados en carmín y tus ojos sucios de deseo. Disfrutas contoneando tu culo delante de los ojos de todo el que te intuye, haces notar tu presencia más allá de la mirada, dejas de ser una curva para convertirte en un perfume. Sabes que todos te desean. Sabes que puedes hacer que te deseen todos y lo haces, los engatusas. Ni siquiera hace falta que les des a probar de tus labios el dulce sabor de tus besos, les basta con verte para imaginar la suavidad de tus cabellos y el placer que ha de sentirse al deshacerse entre tus piernas. Por todo esto les desprecias, por dejarse rendir tan fácilemente, débiles como son ante las armas de tu cuerpo. Pero yo soy distinto, yo no soy como ellos, yo no he caído en tus redes, yo me mantengo firme y por eso ni siquiera me desprecias, no soy tu pelele y tú no eres mi muñeca, no te contoneas ante mí, no me haces desearte y no te deseo. Quisiera ser como ellos y sentir el fuego en mis entrañas al mirarte, quisiera dejarme secuestrar por el calor de tus pechos. Pero soy distinto, no puedo evitar recelar de tus estrategias y tu desdén. No sufro por ti, si no que sufro por no poder sufrirte como ellos, por no merecer de ti la más mínima atención, por no existir para tus caderas.
1 Comentarios:
Escribes muy bien.
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