miércoles, septiembre 21

Soledad, Esperanza, Inmaculada y tres historias

Estaba yo un día buscando canciones tristes y me encontré con una que era Más guapa que cualquiera, la cantaban Sabina, Calamaro y Fito Páez y, la verdad, por mucho que lo pienso, no encuentro otras voces mejores para este tema.
La primera es Soledad, que estaba sola. Supongo que harta de su situación un día decidió ver qué se siente al olvidar a alguien en mitad de un tequiero. Sabina decidió escribirla, a cambio, unos versos.
Esperanza no esperaba nada de los hombres, pero una noche quiso comprobar para qué sirve un corazón. Y su nombre se esfumó con el humo de un cigarro.
Inmaculada era una puta, se dedicaba a curar el "sarampión de los reclutas". Un día quiso quererse enamorarse, como una rubia cualquiera, y que la sacaran de la calle. Sin embargo, mil años después, esta historia se resume en ratos de torpes calenturas inolvidables.
Ninguna de ellas era la más guapa del mundo, pero yo juraría que eran más guapas que cualquiera.

2 Comentarios:

Anonymous Anónimo said...

Has vulgarizado increiblemente aquella canción... que pena tú y tu sensibilidad, nada de profundidad, ni belleza.
La tomaste con las manos llenas de barro!!!!

junio 26, 2006 1:33 a. m.  
Blogger Carmen_y_Yo said...

No sé si leerás esto...
No era en absoluto mi intención "maltratar" el mensaje de esta canción. Siento si te ha parecido ofensiva esta entrada.

junio 26, 2006 3:17 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home