Edurne vs. Juliette Lewis

No sé si las botas de estas chicas estarán hechas para caminar, el caso es que las dos vienen pisando fuerte.

A Edurne podemos verla casi a todas horas en Tele5 gracias a ese circo mediático que es Operación Triunfo. La idea de que un par de profesores que no han llegado a nada en sus carreras profesionales dentro del mundo de la música (el único que destaba de forma notable antes de entrar en O. T. es Rafael Amargo) se encarguen de "moldear" y "pulir" a chicos elegidos tras un casting que, bajo mi punto de vista, también deja bastante que desear, no me atrae nada. Todo me parece superficial, artificioso y prefabricado: los artistas dejan de hacerse a sí mismos para que sea un sms al 5557 el que decida el futuro y el cauce que han de seguir sus carreras. Sin embargo, no todo es negativo dentro de este concurso: también está Edurne que dice jopetas en vez de joder y que no es pija, pero si lleva el pantalón de chandal naranja, por lógica, tiene que llevar en tanga y los calcetines naranjas también, así es como se siente cómoda. Jamás elegiría a una mijer así para compartir mi vida (espero que vosotros tampoco lo hagáis, confío en vuestro criterio), pero buena está un rato buena: es verla salir al escenario, con esas ropitas minúsculas, esos bailes provocativos y esos mechones a dos colores y me derrito, ni siquiera me fijo en su voz y por eso no puedo criticarla...

En el otro lado está Juliette. A lo mejor por el nombre no sabéis quién es, pero si os hablo de películas como ¿A quién ama Gilbert Grape? (1994), Asesinos natos (1994) o Abierto hasta el Amanecer (1996), posiblemente os vaya sonando un poco más. Recientemente he descubierto que esta chica, además de tener un registro como actriz que me gusta bastante, tiene una voz espectacular. Ha grabado un disco que aún no he conseguido, pero hace años escuché I can hardly wait y, desde entonces, me muero de ganas por seguir escuchando temas suyos. No es tan guapa como Edurne, pero eso me permite escuchar de forma crítica su voz...