jueves, enero 5

Cuando la vida es una mierda y tu novia es una egocéntrica

Hay veces que las cosas van jodidamente mal, mal o, simplemente, regular. Es en esas ocasiones cuando se debe demostrar lo que hay: si amor, amistad, apoyo o vulgar simpatía.
Recientemente he padecido uno de esos momentos un poco jodidos. Unos se han portado genial, otros no se podían haber portado mejor y otros se han limitado a evadir el tema. Pero como los que se han portado bien han sido más (todos) que los que no (uno), la balanza cayó abrumada por el peso a mi favor y salí del bache antes incluso de asimilar la historia.
Hoy, una de las personas que más me importan en este mundo, ha discutido con un amigo. He intentado animarle, pero no lo he hecho muy bien. Lo peor de todo es que no me he dado cuenta hasta que he intentado llamarle y me ha colgado "porque no le apetecía hablar" y a continuación me ha dicho que se iba a casa de Bermejo "para contarle lo que ha pasado". Que no he estado a la altura de las circunstancias es más que evidente; que podría haberlo hecho mil veces mejor, no tengo duda alguna, pero creedme si digo que deseo con todas mis fuerzas saber hacer lo correcto la próxima vez. Supongo que podría apuntarlo como uno de los muchos propósitos para este año.

1 Comentarios:

Blogger Eugenio said...

No siempre es fácil acertar. Suerte.

enero 05, 2006 8:05 p. m.  

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