Manías

Ya lo había visto en algún sitio, pero ahora, a petición de UGe, ahí van mis cinco costumbres raras. Considero que mi vida es una fuente ilimitada de manías más o menos extravagantes, según el caso, así que espero ser capaz de seleccionar las más representativas:

1.- Me gusta llevar pintadas las uñas de los pies, sea invierno o verano, aunque no me las vaya a ver nadie. Tengo unos pies horribles, pero cuando me pinto las uñas (normalmente de rosa furcia, rojo o negro), me parecen hasta bonitos, como de una estrella de Hollywood.

2.- Odio a los pelirrojos. Procuro alejarme de esa gente. Son gente intuitiva y malvada. No conozco personalmente a ninguno, pero esas cosas se notan.

3.- No soporto dormir con la puerta del armario abierta.

4.- Tengo cierta tendencia a ir olisqueándolo todo. Cuando encuentro un olor nuevo o que no he logrado ubicar dentro de la clasificación que hay en mi mente, me paso el día pensando en él hasta que deduzco a qué huele. Para que alguien me guste tiene que tener u olor que me guste también: esas son las reglas.

5.- En verano, me gusta dormir en bragas. En tanga no, no lo soporto, en bragas. A mi madre le parece un escándalo (por eso evito que lo sepa), pero a mí me parece lo más cómodo y lo más lógico: el 90% de los hombres de este país pueden dormir en calzoncillos y nosotras tenemos que pasar calor porque sí, porque somos las más chulas. ¡Ah! Tengo que estar tapada siempre, al menos con la sábana: aunque halla 40º de temperatura.

Como mi blog no es muy frecuentado y menos aún últimamente, supongo que aquí se acaba la cadena, pero animo a todos a que lo hagáis: es divertido pensar en lo maniáticos que somos.