Pequeños placeres de la vida

-Chocolate: en todas sus formas.

-Acostarte cansado, con frío, meterte en la cama y estar despierto el tiempo justo para disfrutar del calor subiendo por tu cuerpo.

-Pensar que ya es de día, que te tienes que levantar, mirar el reloj y comprobar que aún te quedan 4 horas de sueño.

-Beber calimoxo en buena compañía.

-Reírte de los titulares del Qué, de las columnas de opinión del As o de los artículos de la SuperPop y pensar que tú lo harías mejor, incluso cuando aún te quedan casi 4 años para acabar la carrera.

-Las pulgas de tortilla de mi facultad.

-Mojarte, en verano, cuando llueve.

-Mojarte en verano.

-Ver nevar.

-Un regalo inesperado.

-Una llamada inesperada de alguien a quien aprecias.

-Una peli protagonizada por Dustin Hoffman.

-Un Chivas de esos que lleva toda la vida en casa, tomado solo, con hielo.

-Ponerte camisetas anchas, negras para así no tener que llevar sujetador.

-Descubrir una canción que te entusiasma.

-Que dejen de pasar coches por la calle justo en el momento que piensas: "Ojalá dejaran de pasar coches por la calle".

-Descubrir, de repente, que tienes más saldo en el móvil del que pensabas.

-Los calcetines a rayas.

-Los músicos del metro.

-Pasar cerca de una chica y descubrir lo bien que le huele el pelo.

Bueno, creo que lo voy a dejar porque acabo de releerlo y me recuerda demasiado a esos estúpidos e-mails en cadena que la gente tan a menudo manda y que yo tanto odio.