jueves, mayo 5

Como siempre...

No lo entiendo. ¿Por qué las tardes contigo son siempre tan perfectas? No falta nunca de nada: risas, amor, odio (poor Maya), niños rubios, chicas guapas, rincones oscuros (lujuria), caricias furtivas (ternura), tu mano en mi ombligo (cosquillas), antojo de goffres, un césped vacío, mi pez sano y salvo y tú, sobre todo y por encima de lo citado, tú. Describiría todos tus encantos, todo lo que te he dicho ya mil veces que me enamora y me vuelve loca, pero temo repetirme y temo, también, que se me olvide algo porque en ti, en tu encanto, no hay nada que sobresalga: todo es igual de perfecto, como las tardes contigo, como tus besos.
Por lo demás mi vida sigue igual: la de Lengua no ha venido; la exposición de Documentación, no ha estado para tirar cohetes, pero ya voy perdiendo el miedo escénico; y sigo intentando, desesperadamente, escaquearme para no hacer otra cosa que pensar en ti.
Ayer Gabi me escribió un email (tendrá ganas de cotillear, para ver de qué me he enterado yo). Esta noche he soñado con Sergio (:s). Y nada más.
Hoy es el cumple de Santi.