miércoles, junio 8

No veo más que tus manos recorriendo mi cuerpo y tu cuerpo desnudo a mi lado, sediento de mí y de mis besos. Solo veo nuestros cuerpos desnudos. Lo demás no extiste para mis sentidos, absortos como están en esta dulce danza lujuriosa. No puedo percibir el olor de tu piel bañada en deseo; ni los cálidos susurros que en otros momentos me vuelven loca. Por un instante olvido el sabor de tus labios y el tacto de tu pelo. Y lo único que queda en mi memoria es ese instante en el que el alma parece intentar escaparse del cuerpo. No importa nada más. Todos mis esfuerzos se centran disfrutar y disfrutarte, y lo hacemos..., entonces todo se acaba y vuelves a ser Tú para todos mis sentidos; y vuelvo a ser Yo, puedo sentirte. Entonces todo empieza. Me das las gracias. ¿Por qué? Por ser perfecta, dices. Te quedas dormido sobre mi pecho. Me apetece un cigarro y me apetece que la noche no acabe nunca.
En instantes así, soy feliz y pienso que merece la pena haber vivido, aunque haya sido solo para conocerte.

3 Comentarios:

Blogger Eugenio said...

Llegará un día en el que se acabe con él.

En ese momento pensarás que nunca valió la pena haber vivido, aunque sólo sea porque darías todo por no perderle, incluso no haberle conocido nunca.

junio 08, 2005 12:52 a. m.  
Blogger Carmen_y_Yo said...

No me digas eso :s

junio 08, 2005 11:46 a. m.  
Blogger Eugenio said...

No mates al mensajero V_V

junio 08, 2005 4:54 p. m.  

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